Hola, me llamo Alba y tengo 23 años. Os escribo para pediros ayuda: el día 5 de noviembre de 2022 escribí con pintura escolar 1,5ºC en la pared entre las majas de Goya del Museo del Prado, con el objetivo de llamar la atención a la ciudadanía sobre lo que declaró el Secretario General de la ONU Antonio Guterres en la inauguración de la COP27: “Estamos en una carretera al infierno climático con el pie todavía en el acelerador”. Nos detuvieron, pasamos dos noches en el calabozo y aunque no hay fecha de juicio nos acusan de un delito contra el patrimonio histórico a pesar de que el propio museo reconoce que los lienzos no sufrieron ningún daño y la sala se volvió a abrir al público 3 horas después. Aún así, nos demandan 3.650 euros.
Soy estudiante de biología y tengo miedo del futuro que nos espera si no se toman medidas ecológica y socialmente responsables a la altura de la gravedad del problema. Más de un año y medio después, el gobierno sigue sin actuar al respecto y la Tierra está a punto de superar el incremento de 1,5ºC.
Hoy sabemos que científicamente es imposible revertir el calentamiento global, pero sí que podemos retrasarlo y disminuir sus efectos. Por eso no quiero rendirme, porque aunque haya perdido la esperanza en el sistema, no he perdido la esperanza en pensar que un mundo mejor todavía es posible. No solo un mundo habitable, un mundo donde haya justicia social y climática, un mundo donde podamos vivir en lugar de intentar tan solo sobrevivir. Y por eso realicé esta acción, porque no hay arte en un planeta muerto y quiero que nuestra generación y las siguientes puedan disfrutarlo.
La única respuesta por parte del gobierno frente a nuestras acciones es la represión judicial. Sí, el gobierno nos persigue por luchar por la vida y un planeta habitable. Por eso os pido vuestra ayuda, porque el activismo por un mundo mejor es la única vía para un futuro posible.
A pesar de la represión, sigo teniendo esperanza en que con vuestro apoyo cambiemos las cosas. La lucha sigue.
